3 herramientas de sana productividad

Aquí te cuento 3 herramientas de sana productividad que te ayudarán a vivir desde la proactividad en cada área de tu vida.

Tabla de contenidos

Si has sido una workaholic, como yo, este artículo sobre 3 herramientas de sana productividad, es para ti. Y digo sana, porque quiero mostrarte otra perspectiva, menos agobiante, de lo que crees que es ser productiva.

Empecemos

Para toda Baby Boss, en determinadas etapas de la vida, es un desafío gestionar óptimamente el tiempo. Cuando vamos a toda velocidad, es posible caer en un piloto automático de reactividad, para ir cubriendo todas las responsabilidades que adquirimos. Ahora bien, cuando nos damos cuenta de que podemos ser proactivas, en vez de andar por ahí reaccionando, visualizamos entonces la importancia de aprender a gestionar nuestro tiempo, en función de ser realmente productivas.

Esa fue mi obsesión en el primer trimestre del año y es que, cuando llega un año nuevo, tenemos tantas expectativas y el deseo de hacer unas cuantas cosas. ¡Uff! Yo no hice vision board en enero, pero mi mente me llevaba a 100 kmh cada día, dándome cientos de ideas para ejecutar y mi cuerpo, sin agarrar dirección. Sinceramente me agoté. 

¿Has sentido que tu mente y tu cuerpo están en sintonías distintas?

Pues a mí me sucedió y obvio, llegué al colapso.

Pero como bien reza el lema de mi casa universitaria: “después de las nubes, el sol.” Y es que me obsesioné tanto con el tema de cómo organizar mis pensamientos, mis metas, mi tiempo, que me ocupé en leer y buscar ayuda hasta que logré tener claridad en mi mente, de objetivos y ejecución.

Es por eso que he vuelto a escribir, para contarte de las herramientas con las que pude organizar mi mente, mi tiempo y mis hábitos. Espero que funcionen también para ti. 💕

Mis 3 herramientas para ser saludablemente productiva son:

1. Planificar las ideas:  

La primera pregunta que me hice fue: ¿cómo organizar mis ideas y pensamientos?

Pues cada noche, al irme a la cama, mi mente comenzaba a darme cientos de ideas de cómo generar más dinero, crear nuevas unidades de negocio en la agencia, capacitar a mi equipo y ayudar más a mi familia. Se me hacía imposible tener un sueño placentero, me levantaba al otro día cansada o con migraña, hasta que decidí vaciar esas ideas en papel.

¿Recuerdas mi artículo del Proceso de Planificación de la Visión? Pues volví a aplicar esta herramienta. Necesitaba sacar esas ideas de mi mente, dejarlas por escrito para poder verlas en blanco y negro, filtrar, desechar y reajustar el plan. Luego de hacerlo, volví a dormir tranquila.

Si estás pasando por un momento similar, esa herramienta te ayudará a organizar tus pensamientos.

2. Apagar el piloto automático haciendo journaling:

La segunda cosa que me cuestioné fue:  ¿estoy usando conscientemente las 24 horas diarias que tengo? Como ya lo sabes, escribir es mi mantra para encontrar claridad y el journaling, es una práctica eficaz para eso.

Para poder encontrar una respuesta, sabía que era necesario hacer una revisión de la realidad versus la expectativa, así que realicé un journaling para apagar mi piloto automático, me ayudó a darme una cucharada de realidad para ajustar mis expectativas.

3. Crea hábitos de sana productividad:

Muchas veces como Baby Boss, tendemos a creer que productividad es hacer mil cosas en un solo día, nos dejamos llevar por la moda del multitasking cuando la realidad es que, mi estimada, eso no es una real y sana productividad. Somos seres humanos, no pulpos.

Productividad es poder hacer una sola cosa, efectiva y eficazmente, que genere un resultado positivo en tu workflow diario. Cuando entendí esto, dejé de culparme a cada rato por no concretar mil tareas al día y empecé a priorizar. ¡Enfócate! Elige hacer ese 20% que te genere el 80% del resultado que esperas.

Finalmente, con la claridad que tuvo mi mente al finalizar el journaling, pude tomar algunas decisiones para balancear cada área de mi vida, pues lo tercero que más me causaba inquietud es que me sentía abrumada porque entre tanto por hacer, no estaba dejando tiempo para mí, para cultivar mi mente, espiritualidad, salud y relaciones. 

¿Qué decisiones tuve que tomar?

Por supuesto, tuve que tomar nuevas decisiones para cumplir con el compromiso de mis nuevos hábitos. ¡Aquí mismo te las cuento!

1. Dividir mi semana en prioridades:
  • Lunes a viernes: la prioridad es balance, entre ocuparme de mí y de mi negocio.
  • Sábados y domingos: la prioridad es relajarme, pasar tiempo en familia, leer mis libros y descansar. En caso de que toque, los sábados son perfectos para un chequeo médico.
2. Dividir mi día en bloques:
  • Mañana: tiempo para mí, orar, leer, hacer ejercicios, cocinar y aplicar el aseo en casa.
  • Tarde: tiempo para Road Trip, para atender a los equipos, a los clientes, hacer las mentorías.
  • Noche: tiempo en familia y descanso.
3. Utilizar herramientas para evitar el saboteo:
  • Aparte de hacer la planificación de la semana, estoy usando Google Task para hacer agenda por día. 
  • También Google Calendar para agendar absolutamente todo con tiempo y que nada se me pase.
  • Coloqué en mi móvil recordatorios para hacer pausas en el día, tomar mis suplementos, vasos de agua y comer.
  • Y mi última herramienta ha sido el poder de delegar: las cosas que sé que no necesariamente tengo que hacer yo, las confío en mi equipo y esto me permite reforzar mi confianza en ellos.

Debo advertirte que el camino hacia la sana productividad, requiere de tu mejor esfuerzo en tener disciplina y autocontrol, pues es muy fácil distraerse.

¡Ánimo! Sé que puedes. 

Si llegaste hasta aquí es porque eres una Baby Boss con muchas ganas de ser mejor cada día. Deseo que cada día cultives un resultado que te acerque más hacia tus objetivos. ¡Te esperan tus sueños!

Con amor, Mile. ❤

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